viernes, octubre 27, 2006

Ahínco

El ansia, el deseo, la espera, la agonía, el hambre, la sed, la voz del agua, la sensación de no poder más y la completa imposibilidad de detenerse, la salida, el sentido de la puerta, la percepción puntualizada, la potencia en vilo, el umbral, la luz, claridad que muestra el rumbo, el horizonte, y la nueva vía, más seria, menos rebuscada quizá, pero también mía, aquí, y en virtual espera a despertar o avivar el ansia, el deseo, la espera, la agonía, el hambre, la sed, la voz del agua, la sensación de no poder más y la completa imposibilidad de detenerse…

viernes, octubre 13, 2006

Desempolvarse o convertirse en mueble

O lo que es lo mismo, salir de una vez por todas o quedarse a morir de la aburrición…

Y ya tomada la decisión
seguirle con el paso o por lo menos seguir el paso
de todos esos
conceptos
y nuevas ideas que en el taller circulan.
Pues sucede que, enrolado en un taller de streaming media, comienzan las practicas con sus respectivas transmiciones en tiempo real y ambigüo y a veces autoreflexivo, otras no tanto, pero a sido bien interesante estar acá, teorizando acerca de los social network sites y todas esas cosas. Ahora la invitación, para quienes tengan algo de tiempo, visiten el sitio www.teatrevirtual.net, en donde encontraran el link para ver, en tiempo real, las transmiciones a manera de práctica y las subsecuentes producciones un poco más en serio que de este taller surjan. Las transmiciones serán los días viernes 13 –órale, cuanta superstición y fetiche- alrededosr de las cinco p.m. y los próximos miercoles 18 y jueves 19 de el mes en curso, más o menos a la misma hora…
Por otro lado, a manera de practica, se esta generando un blog con motivo de las pretenciones cinematográficas de un par de mequetrefes, desarrollado –a veces- a manera de revista amateur, el contenido de tal blog es completamente inestable, pero esperamos aguantar el paso a este proyecto…
Y al que sigue…

Y al que sigue…

jueves, octubre 05, 2006

Mañanas de leche deshidratada.

El presente me oprime la tripa
tengo sueño
el oficio me recrimina el descuido
mientras un necio
intenta venderme una hamaca
no la necesito
así como no necesito
mis pantalones de vestir
ni el mal prestigio
así como no necesito
un trabajo de oficina
ni los valores de televisión abierta
ni los insecticidas
necesito salir
mover las piernas
respirar
ahondar en el abandono
palpar la incertidumbre
mirarme en espejos rotos
y descubrirme multiplicado a la caótica potencia
necesito salir
beber
toparme con la noche
y la armoniosa soberanía
del amanecer industrializado
necesito salir
volver con algo para comer
y comer contigo
comer junto a ti
y más tarde alimentar a la pequeña
y deshacerme de sus pañales sucios
y dormir junto a ella
y que algo de su calma infante
me contagie.

Para que despertar
sea un poco menos atropellado
y la búsqueda
menos difícil
a tientas hallar el camino
y la concentración
voces
sensación de movimiento
esta calma adulta es encharcamiento
deseo ahogado
aplazamiento
ritmo lento
como entrar en trance
cuando apenas sales del sopor
del sueño.
Despierto y me encuentro
desnudo y un poco más viejo
sucio
los pantalones rotos
bebiendo leche deshidratada
urdiendo formulas para el ánima
mientras la forma y contraforma de todas las cosas
se me mete entre las cejas
para hablarme un poco de ellas
mientras las palabras se esfuerzan por salir
de ese atolladero diluido en café
y agolpado en los parpados
que pesan
como maldito sentimiento de culpa.
Afuera se evaporan las ilusiones del fin de semana
mientras la máquina rechina
la inmovilidad del eje domingo,
es hora de partir
salir al desencuentro y de reversa
y en el camino encontrarse
con todas aquellas mujeres
que me hacen pensar en la clase de mujer que serás tu.
Pero bien pronto tengo que olvidarme de ello
pues un motor maniaco pasa
y nos gruñe el espacio
o un olor a pedo inunda el vagón en el que viajo
y no hay más que fumárselo.
Adiós ideas, ojala pueda volver a concentrarme pronto
para que nos se pierdan
en la bruma de los días pasados.