Espero.
Las horas comienzan a acumularse de nuevo. Paso una, otra, otra más, pequeños desfiles plenos de pretenciones marchan frente a mis ojos.
La mar de la inmensidad me azota con olas de desencanto; acumulo horas de espera y la espera se prolonga indefinida/inoportunamente. Oleadas de astio me recorren el cuerpo, son las ganas de partir, marcharse, perderse unas horas, unos días, unas vidas...
Convenceme de partir.
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