jueves, diciembre 28, 2006

continuacion de dos puntos

Rondando la brevedad de estos últimos días, el año del perro termina y mi cuerpo expira una honda bocanada de aire para dar paso a este término con tintes de principio léxico y/o filológico y demasiado rebuscado ya, es para hacerle honor a la filología antes mentada o al mentado léxico que, para esta línea, quizá haya decidido marcharse a buscar escritos mejores. Quizá sea lo mejor, así podré escribir este alegato que traigo atorado días atrás, y que reza acerca de las buenas costumbres, como dar punto y aparte y marcharse a hacer otra cosa, o más difícil, dar punto final, y marcharse a hacer otras cosas.
Yo no podría. Espero que esta afirmación este basada en la elección conciente del camino que tomarán mis días futuros y no en la pretensión o el ego finañero. Por si acaso, voy a dejar espacio para la duda, ya veremos que sucede, además de que eso es tema aparte. Antes de perder el estribo o la cuenta, debo mencionar que las líneas que describen el soundtrack de tu vida fue motivo para quedarse, para decidir regresar aún antes de marcharse. Y si bien es cierto que no escucho las notas que salen de tu viola, a lo lejos espero el día que tocando te sientas satisfecha, aunque desde ya presiento que eres de aquellos que no pueden sentirse satisfechos, sin hacer mención de la canción. Cierto, es difícil hacer punto final y marcharse, así que voy poniéndole punto final a esto pues de repente me llegan ganas de escribir acerca de quedarse y eso es imposible, pues en el movimiento perpetuo perpetuamos la especie –sin alusión sexual, en serio- en movimiento perpetuo la vida se encuentra y se recrea a si misma, es menester moverse con ella para no convertirse en plasta, en mueble, en pila de libros estancados. Despidámonos pues, literal y figuradamente, ya llegará el tiempo de nuevos encuentros. Por ahora brindo por la buena costumbre de decir basta, de cerrar la puerta o guardar todos esos papelitos donde no se hace si no hablar del otro. Basta punto y aparte Termino aludiendo términos que no me alcanzan, quizá necesite inventar un nuevo idioma para poder escribir fehacientemente: entiendo. Pero, vaya idea tan complicada, apenas inventarlo tendría que enseñártelo y eso tomará mucho tiempo, y se acaba, se acaba, mierda. Término conveniente y de buena manera, termino esta líneas, Paulina, deseándote lo mejor a esa entrañable desconocida, a usted también lector que se a topado con estas líneas, que tenga éxito, no se preocupe por mañana, que ya mucho tenemos que hacer con el día de hoy…