Sueños de vidas que pasan en un instante.
Sueños de lugares donde la tierra termina, donde solo hay espacio abierto,
sueños de humor de viaje.
Especies que no existen marchan en rededor; hombres y mujeres de
medidas inusuales, cuyo color de piel solo se encuentra en los espectros no visibles de
luz. Sueños de ida, de vuelos interrumpidos por el caótico cableado
de la ciudad. Sueños innertes y en constante movimiento, recuerdos que
no sabia que tenía, imágenes de una mujer que es todas las mujeres. Mira, amor, aquel
árbol que crece solo en la inmensidad de esta orilla, tronco negro
y de hojas amarillas y violetas translucidas, la lluvia ha depositado en ellas un breve rocio, soy yo bajando a la tierra, soy yo encontrándome en el único lugar donde vivo de repente y vorazmente, y soy espacio abierto, orilla derramada, seno que te recibe y te guarda de los malos humores del mundo.
