martes, octubre 04, 2005

infancia (sueño no. 1)

La casa de mi abuelo es mucho más grande y mucho más diferente de lo que recuerdo. Mi abuelo mismo a cambiado, ahora es más gruñon pero también y extrañamente más accesible. Todos los días va a comer a una pequeña fonda donde todos los días sirven de postre mazapanes y dulces de miel. Cuando todos sus nietos estan en su casa -que son, entre niños, niñas y amigos de los niños y las niñas, alrededor de cincuenta infantes- se quedan por largo tiempo, eso desespera un poco a aquel hombre que debe hacer de lado sus paseos vespertinos -que a veces se convierten en memorables jornadas alrededor del mundo- para cuidar a tremenda cantidad de niños. Así que cuando se cansa, va a la fonda donde suele comer y pide ensalada de jicama, y cuando termina llama al mesero y le pide postre de más -casi siempre dulce de miel- lo lleva a casa y en lugar de repartirlo a sus nietos lo hace pedacitos y los esparce por toda la casa para que se llene de hormigas y piquen a todos los muchachos. Cuando esto no funciona, entonces se pone más severo y reparte pistolas de agua, él mismo tiene una, muy grande, que dispara poderosos chorros de agua. Una vez que todos estamos armados, empieza una guerra para expulsar a todos sus nietos. Cuando las cosas se ponen difíciles -esto es, cuando el abuelo ha podído sacar a mas o menos la mitad de esos niños de su casa- se arman pequeños bandos de unos contra otros, generalmente me quedo solo, y cuando me tienen rodeado, mi madre se asoma por una de las ventanas y me lanza una bayoneta casi tan potente como la de mi abuelo, con ella me deshago de mis agresores, y hasta el ebuelo tiene que correr a refugiarse mientras retoma el aire. Uno de mis primos, el más escandaloso y fanfarron, se resiste a los embates de mi bayoneta, pero al final pierde y lo empapo tanto que, de hacerse bolita, queda convertdo en pelota, la cual pateo y la mando lejos, lejos, muy lejos. Río de alegria sincera, y tan fuerte, que me despierto a mí mismo en los inevitables 27 años de edad.

No hay comentarios.: